El TS fija que cualquier contacto corporal inconsentido de tipo sexual es delito de abuso y no de coacciones leves (Art. 181 CP)
El Tribunal Supremo (TS) en una reciente sentencia de la Sala Segunda en la que se absuelve al procesado por insuficiencia de los hechos probados, ha establecido que cualquier acción que implique un contacto corporal inconsentido con significación sexual, en la que concurra un ánimo tendencial (propósito de obtener una satisfacción sexual a costa de otro), supone un ataque a la libertad sexual de la persona que lo sufre y, como tal, constituye un delito de abuso sexual.
La prensa ha hecho un alarde, a mi juicio innecesario, de la doctrina que sienta, que no jurisprudencia, ya que en el derecho penal esta última no puede entenderse como en el ámbito civil u otros ámbitos jurídicos.
La sentencia comentada que para la prensa era muy novedosa porque bastaba, para que el delito se diera, la existencia de contacto corporal inconsentido sin embargo eso no es así.
El TS en la sentencia nos dice que el tipo de abuso sexual exige como requisitos un elemento objetivo de contacto corporal, tocamiento impúdico, o cualquier otra exteriorización o materialización con significación sexual, actos que pueden ser ejecutados directamente por el sujeto activo sobre el cuerpo del sujeto pasivo o pueden ser ordenados por el primero para que el sujeto pasivo los realice sobre su propio cuerpo siempre que los mismos sean impuestos. Por otro lado, esto es muy interesante, ha de darse también un elemento subjetivo o tendencial que se refiere al ánimo o propósito de obtener una satisfacción sexual a costa del otro, es decir, que el simple contacto corporal inconsentido no basta para que la conducta pueda se calificada como delito de abuso sexual sino que también ha de darse el elemento subjetivo del tipo, esto es, un ánimo libidinoso o propósito de obtener una satisfacción sexual a costa del sujeto pasivo, y esto no es nada fácil de probar. De ahí mi excepticismo respecto a la prensa que ha visto esta sentencia como algo extraordinario, cuando no lo es, aunque si es un paso más para acabar con la lacra de los delincuentes sexuales que cada vez son más y más refinados, conductas que hay que atajar con más educación.
Confirma la dificultad de la condena en los casos de tocamientos o contactos corporales inconsentido el hecho de que en la sentencia el TS fija la doctrina pero al procesado no se le condena porque el elemento subjetivo del tipo no pudo probarse al carecer de hechos suficientes.